Sonrisas y Lágrimas

Eran las ocho y media de la tarde de ayer cuando las calles comenzaban a vaciarse y por consiguiente los bares se llenaban. Era la hora del esperadísimo derbi, del gran clásico, el clásico del siglo como muchos medios no se cansaban de repetir. Y es qué ambas escuadras llegaban tan igualadas que muy pocos pensaban el resultado que un par de horas después iban a reflejar los video-marcadores del Camp Nou. Bastaron diez minutos para que gracias a un magistral pase del héroe del “Soccer City”, el capitán Xavi, con algo de fortuna, cazase un balón con el que consiguió batir a Casillas, que tras los noventa minutos volvió a bajar a la realidad del Real Madrid, y pasó de ser santo a demonio, ya que ni el capitán supo mantenerse sereno ante las abatidas de los blaugranas. No quiero dar bombo a la lamentable actitud que tuvieron todos y cada uno de los jugadores blancos, representados por el impresentable de Sergio Ramos, ya que no merecen más de un par de líneas de este artículo.

Durante toda la semana los madridistas habían ido mandando puyitas a sus enemigos, pero Guardiola, listo como el solo, implanto la ley del silencio en su equipo y prefirieron contestar en el terreno de juego, dónde los goles y el buen juego fueron de la MANO. Tras el pitido final todos los focos fueron hacia Mourinho, la prensa y el público esperaba su rueda de prensa, pero él, más inteligente que todos sus jugadores, supo mantener el tipo y felicitó al Barcelona aunque no se quedó sin lanzar algún dardo envenenado que otro. Yo me quedaría con una frase que dijo “Mou” durante la rueda de prensa y me permito contestarle:

“El Barça es un producto acabado, nosotros estamos en proceso”, y yo me pregunto: ¿No será que el Madrid es un producto defectuoso? Y ya son 5 los partidos consecutivos que gana el Barça al Madrid, creo que con datos, buen juego, goles y alguna manita que otra, se contesta a cualquier duda madridista.

Y lo peor llega ahora, todas las televisiones van a bombardearnos, una o incluso dos semanas con el postpartido, con ese par de tanganas sucedidas durante el encuentro, ese sobrio apretón de manos entre los entrenadores, y no le van a dar tanta importancia al chaparrón de goles que le cayó una noche mágica como la de ayer al todopoderoso Real Madrid.

Es hoy el día en el que los madridistas tienen que ir a trabajar para aguantar las bromas de sus compañeros tras una noche de llorera, mientras que los aficionados barcelonistas, sacaran su corbata blaugrana con una gran sonrisa de oreja a oreja y lucirán la palma de la mano con sus cinco dedos bien abiertos emulando a su ídolo Gerard Piqué.

                                                                  Foto: AP